Una de las mejores experiencias que he vivido hasta ahora terminó la semana pasada, y fue la de ser "Maestro" por unos meses. Al principio todo era raro, te das cuenta de que los tres años que llevas estudiando en la Universidad no han servido de mucho, la realidad es diferente, no es como lo pintan en los libros ni como nos hacen creer. Pero poco a poco te vas adaptando y vas creciendo como maestro.
Han sido meses tocando toda primaria, desde niños de 6 años hasta 12, veinticinco alumnos por aula y todos y cada uno de ellos diferentes, cada cual un mundo por explorar.
Me ha tocado enseñar badminton, volteretas, el pino, salto de altura, diábolo, baloncesto, natación, juegos populares.... incluso dentro del aula he dado clases de Conocimiento del medio, de matemáticas y de ingles, pero sin ninguna duda, donde mas he disfrutado ha sido haciendo mi deporte.
Diez años corriendo orientación dan para mucho, por eso he intentado transmitirles todos mis conocimientos, técnicas y secretos para ser un buen orientador ;) .
Gracias a que mi Unidad para exponer iba a ser de orientación, he aprovechado para hacer mi primer mapa de orientación en OCAD (No lo pongo porque se va a correr la liga de verano ahí, y Cto autonómico de sprint? jaja no, esto último es broma)
Las primeras sesiones la verdad es que me impresionaron demasiado al ver lo bien que lo hacían teniendo menos de doce años todos.
Debido a la motivación y el afán por aprender que veía en sus ojos ante este nuevo deporte para ellos decidí cambiar las últimas sesiones que tenía ya hechas por unos trazados bastante complicados y escondiendo las balizas al máximo para que tuvieran que leer mapa y no rastrear.
Grata sorpresa al ver que iban leyendo mapa y corriendo muchísimo (pensar y correr) como les había explicado, ya que el circuito no era fácil y me hicieron tiempazos. Las primeras sesiones en general el nivel era altísimo, pero este nivel seguía aumentando con el paso de las actividades, aquí hay cantera pero vamos.
Para sorpresa mía, al acabar mis clases me comentaban que les había encantado, que cuando repetiríamos y que si en Ibi había algún club para poder seguir haciendo orientación. Satisfacción personal de ver como habían mejorado en un par de sesiones y el ver lo tanto que les había gustado me enorgulleció mucho, supongo que es la recompensa por lo que me curré toda la Unidad Didáctica para que disfrutaran aprendiendo.
Al final "lagrimita" el último día en la despedida al rodearme todos y no parar de darme abrazos gritando que no me fuera, que me quedara... Creo que les he enseñado mucho en estos tres meses, pero no más que ellos a mi, los echaré de menos.
